Reuters
TAIPÉI- Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, llegó ayer a Taiwán, a pesar de las constantes advertencias de China. Pelosi, decidió ignorar los avisos de China sobre la intromisión de Estados Unidos en la política de este país.
Tanto la constitución de la República Popular China (China) como la de la República de China (Taiwán), reconocen a Taiwán y la isla de Pescadores como provincia de China desde 1949, lo que ha provocado una duplicidad burocrática y administrativa, que Taiwán ha ido utilizando para aumentar su autonomía, fortaleciendo el gobierno provincial.
La situación es similar a la de Cataluña o País Vasco, en España, en donde dichas provincias reclaman mayor autonomía. En esta coyuntura, nada menos que la segunda persona más poderosa de Estados Unidos, ha decidido reunirse con los representantes de Taiwán, para apoyar su independencia. Esta nueva injerencia norteamericana en la política interna de un país soberano, ha provocado la critica de China, que desde hace cincuenta años trata de aplicar una política de reunificación y conciliación nacional en Taiwán, evitando conflictos.
Al conocerse la noticia del viaje oficial de Nancy Pelosi a Taiwán, enmarcado en una gira de reuniones oficiales por toda Asia, China advirtió a Estados Unidos de que sería una sería intromisión en sus asuntos y que llevaría a una crisis con graves consecuencia. El lunes la Casa Blanca cerraba el asunto a través del Coordinador de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, quien dijo que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos "tiene derecho a visitar Taiwán". Por su parte, el congresista republicano Andy Biggs, indicaba en su cuenta de Twitter "America nunca sucumbirá a la China Comunista"
Nancy Pelosi llegaba a Taipéi ayer por la noche, a pesar de las reiteradas advertencias de China. Mientras 8 cazas Mirage de Taiwán escoltaban el vuelo especial de la presidenta de la Cámara de Representantes, aviones de combate chinos SU-35 cruzaron ayer el estrecho de Taiwán, se desplegó la artillería china en la costa de la provincia de Fujian y se cancelaron todos los vuelos que salían de dicha provincia.
Mientras tanto, el portaviones nuclear USS Ronald Reagan, uno de los cinco que Estados Unidos tiene en la zona, se situó en la costa noreste de Taiwán, ante una posible invasión.
No cabe duda que Estados Unidos, que no reconoce oficialmente a Taiwán como un país soberano, busca desesperadamente una nueva provocación para enfrentarse a China y Rusia, utilizando una retórica y actos que complacen a los taiwaneses y que molestan a China. Por su parte, China anunció ejercicios militares con fuego real, alrededor de la isla de Taiwán, como respuesta a dicha provocación.
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