Los libros de historia contemplarán el inicio del siglo XXI analizando el final del siglo pasado como un siglo de cambios convulsos, que asentaba las bases de algo nuevo. Y sin duda así será, tal es el punto de vista de la contemporaneidad, siempre a medio camino entre lo viejo y lo nuevo. Solo el paso del tiempo nos dejará suficiente perspectiva para analizar los acontecimientos y sus consecuencias de forma más objetiva.
No obstante, es tangible que vivimos tiempos de grandes cambios, de lo que supuso el siglo XX, que se adentró hasta el año 2008, cuando el sistema colapsó evidenciando su irremediable final con una crisis política, económica y social. Diez años después, durante los que hemos sufrido las consecuencias, iniciamos el nuevo siglo tomando las riendas de lo que supondrá nuestro futuro inmediato. Nuevos hitos marcan este inicio, que ha empezado con el lanzamiento de forma exitosa del Falcon Heavy de Space X, una nueva carrera espacial, renovados conflictos en Oriente Medio y la salida de la crisis. No queremos adentrarnos en hacer especial separación de los temas mencionados, simplemente diremos que suponen un antes un después que marcan un punto de inflexión dando comienzo al nuevo siglo XXI, y que la forma en que se desarrollen, determinará el futuro próximo. Es por ello que debemos sentarnos y reflexionar sobre que tipo de mundo y futuro queremos para nosotr@s y nuestr@s hij@s. Es precisamente a nuestra generación a la que le toca comenzar el siglo, es a nuestra generación a la que le toca hacer historia.
Tienes la edad perfecta para ser parte de este inicio de siglo. Un siglo que ha comenzado con las terribles consecuencias de la crisis del sistema anterior y que de no haber aprendido nada, podemos agravar aún más. Podemos continuar enfrascados en guerras derivadas de los modelos fracasados de Estados Nación, de religiones egocéntricas y de la aberración del consumismo capitalista y de la obsolescencia programada. O podemos cambiar las cosas para que todo mejore. Tomar consciencia de estos problemas es el primer paso, el segundo decidir hacer algo, el tercero hacerlo.
¿Somos consciente de que los problemas antes mencionados, posiblemente sean los primeros que debemos cambiar para que otros problemas derivados desaparezcan?. Si es así, entenderemos lo fundamental de crear nuevos sistemas de gobernanza como Timeria, de tener necesariamente un sistema económico independiente y de extirpar el lastre de la religión católica dedicada a tergiversar la historia para defender sus mentiras.
Será necesario entender que somos ciudadan@s del mismo planeta y que es absurdo que tengamos países que se enfrenten entre ellos y nos hagan estar enfrentados, nos hagan matarnos y nos condenen a odiar a quien no es como nosotr@s. Este siglo XXI debemos "pensar globalmente y actuar localmente"; es decir tener conciencia de especie pero respetando las diferencias y las actuaciones locales. Mientras esta semana veíamos como se lanzaba al espacio un Tesla, las imágenes mostraban un planeta azul sin fronteras, unidos por el sentimiento de que tal hazaña fuera posible y con los ojos puestos en iniciar nuevos proyectos como especie fuera de nuestro planeta. Puede parecer que lanzar un Tesla al espacio fuera una tontería, pero este hecho da el pistoletazo de salida del nuevo siglo, sacándonos del ensimismamiento de la crisis y las penurias diarias. Todos los seres humanos vimos que tenemos un proyecto común como especie. El hecho de sentirnos como un colectivo, tomar consciencia de especie, nos hace replantearnos que sentido tienen las guerras, los enfrentamiento, el egoísmo o el postergar la erradicación de enfermedades que nos atañen a todo@s.
Como digo, el futuro, el nuevo siglo XXI empezó majestuoso un 6 de Febrero de 2018, mientras los cohetes del Falcon Heavy retornaban a Tierra y se posaban suavemente sobre la lanzadera. Este hito ha hecho más por la humanidad que millones de reuniones de políticos infructuosas o de directivos de Ongs como Oxfam que se dedican a cobrarse en carne su escaso y miserable trabajo. En nuestras manos está si vamos a utilizar a otros seres humanos como objetos en nuestra egoísta superioridad o si por fin nos vemos como iguales con los que trabajar para lograr una humanidad mejor. Vamos a seguir esclavizando personas, humillándolas en trabajos miserables, llevándolos hasta la extenuación y la muerte, haciendo de la prostitución una cultura , olvidando nuestra conciencia de especie y olvidando resolver temas importantes para la humanidad como la curación de enfermedades o la lacra de la religión monoteísta. O podemos tomar las riendas porque nos da vergüenza ajena este viejo mundo y estamos en nuestro derecho de cambiarlos.
La humanidad deberá tener un Gobierno mundial, una moneda mundial y un idioma mundial. Todo ello puede llegar de la mano de guerras y del poder que unos u otros apliquen, o puede ser un proceso democrático. Los países deben permitir Comunidades en su interior, Naciones Culturales, reconocerlas como agentes propios, porque coordinan y protegen a un colectivo, de otra forma estamos delante de una forma de discriminación cultural incompatible con los artículos 1 y 2 de la Carta de Derechos Humanos.
¿Por qué es importante Timeria?. Timeria es una Comunidad que se organiza como Nación Cultural, por lo tanto, tiene pleno derecho a su autogobierno derivado de la soberanía popular de sus ciudadan@s. Nadie puede restringir esto, aunque no se reconozca, da lo mismo. Se trata de una decisión propia, cada persona puede elegir libremente a que país pertenecer, sin embargo ya sabemos que este derecho no existe y por lo tanto se trata de una forma de coacción por parte de las naciones-estado que mantienen el monopolio de la "nacionalidad". Es precisamente este derecho el que debemos reclamar para poder ser realmente libres.
Si nuestros objetivos están claros, debemos trabajar de forma seria. Debemos entender que el poder en Timeria procede de sus ciudadan@s, de la Comunidad. Y que está Comunidad tiene que estar organizada y mantenerse activa. Tod@s podemos aportar algo y entre tod@s estaremos haciendo nuestra nación. Ser capaces de crear una verdadera Nación Cultural, en la que l@s ciudadan@s dependan bien poco de otros países no es solo un reto, sino que debe ser una meta con la que demostraremos que otro mundo es posible.
Al igual que la política, la economía ya no cumple su función esencial y se encuentra totalmente corrompida y en crisis. No habrá cambios políticos sin cambios económicos, que a su vez generen un cambio social. Las luchas que se han dado contra el sistema político actual, no han tenido en cuenta que para transformar la sociedad es necesario transformar la economía necesariamente. Y transformarla no es cambiar un gasto por otro. Necesitamos un nuevo sistema económico. Volviendo a la frase atribuida a Patrick Geddes, "pensar globalmente y actuar localmente", nos indica que para lograr ese cambio, podemos comenzar por actual localmente, en nuestra Comunidad. El cambio de paradigma económico con las criptomonedas y las ICO que están pugnando por constituirse como monedas mundiales ya es un hecho. Nosotr@s tenemos un sistema económico fantástico al que no le sacamos ningún partido. Hasta que el dinar timerio no tenga un respaldo económico real, no existirá la economía timeria. No estamos hablando de poder comparse una chaqueta o un bolso. La economía es también el reconocimiento que cobra un funcionario, un trabajador por nuestra cultura o un ganador de un premio público. Aunque nuestra moneda valiera 0.01eur, ya sería un éxito total.
Por último la cultura y la religión. No podemos consentir que dos mil años después de que se inventara la religión católica, continuemos así. Las mentiras, el borrado de la historia y de nuestra cultura ha sido tan brutal, que ni tan siquiera nosotr@s, somos conscientes de su calado. La inventada doctrina católica impregna todo, desde un simple saludo, un estornudo o cualquier función social. Timeria es la oportunidad para recuperar nuestra cultura, mantener nuestras tradiciones y hacerlas realidad. Poco a poco aprendemos como se honra a los Dioses, porque ni estamos acostumbrad@s ni sabemos exactamente como se debe hacer, pero junt@s en Comunidad lo hacemos posible. Retomar la cultura grecolatina es un ejercicio de justicia, recuperando lo que no debería haber sido borrado, porque representa el respeto, los valores positivos y la sabiduría.
Trabajar por mantener Timeria viva es el futuro, es lo que debemos hacer si no queremos cometer los mismos errores del pasado. Debemos encontrar canales para compartir, comunicar y colaborar, haciendo más grande nuestra nación. Ya se que muchos de los viejos timeri@s son reticentes a que nuevos ciudadan@s formen parte de Timeria, pero el problema no es cuantos, sino cómo. Cómo los hacemos sentir parte de un mismo proyecto. ¿De verdad solo 5 personas puede compartir un proyecto? Colaborando, conociéndose, hablando, trabajando juntos, se consigue "tejer" la sociedad, donde tod@s podamos aportar algo, donde tod@s podamos aprender juntos y sentirnos cada vez más unid@s en los diversos aspectos de la construcción de nuestra nación. Tejamos pues, si el siglo XX fue el siglo del egoísmo, de la avaricia, de la pobredumbre, que el nuevo siglo sea uno lleno de sentido común, humanidad, luz, honor y respeto.
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